Esta historia comienza en el año 146 a.C. cuando los romanos emprendieron su tercera guerra contra Cartago. Los cartagineses se defendieron con uñas y acero pero nada pudieron hacer ante el poder imbatible de las legiones comandadas por Escipión Emiliano.
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Cuando las legiones fueron capaces de derribar el cielo
«Pero ¿no os dabais cuenta de que, aunque me hubierais destruido a mí, el pueblo romano tiene tales legiones que no solo podrían venceros a vosotros, sino incluso derribar el cielo?».
Julio César
Esta historia comienza el año 146 a.C. cuando los romanos, tras añadir Grecia a sus numerosas provincias, emprendieron su tercera guerra contra Cartago. Los cartagineses se defendieron con uñas y acero pero nada pudieron hacer ante el poder imbatible de las legiones comandadas por Escipión Emiliano.
Tras Cartago cayó Numancia; Mario venció a Yugurta y después se enfrentó a la amenaza de los misteriosos pueblos del norte; Pompeyo arrasó las riquezas de Oriente y César conquistó las Galias. Sin embargo, pese a su poderío allende sus fronteras, los romanos estaban sumidos en sangrientas luchas internas que sus enemigos no fueron capaces de aprovechar. Tras cada guerra civil, la República se levantó una y otra vez, siempre aumentando su autoridad, siempre ampliando sus territorios. La última de estas luchas fue un auténtico duelo entre dos titanes, Julio César y Pompeyo el Grande, que sacudió todo el Mediterráneo. Cuando las últimas llamas de aquel conflicto se apagaron, los romanos descubrieron que la República se había convertido en otra cosa: un Imperio. Esta es la amena crónica de los acontecimientos que provocaron la metamorfosis.
Javier Negrete (Madrid, 1964) es licenciado en Filología Clásica. Desde 1991 vive en Plasencia, donde imparte clases de griego en el IES Gabriel y Galán. Tiene una hija llamada Lydia. Desde su primera publicación, La luna quieta, ha cultivado diversos géneros, como la ciencia ficción (Buscador de sombras), la novela juvenil (Memoria de dragón), o la fantasía épica (La espada de guego, El espíritu del mago). Profundo conocedor del mundo clásico y traductor de varias biografías de Plutarco, ha ambientado varias de sus obras de ficción en el mundo griego: Amada de los dioses (finalista del XXV premio Sonrisa Vertical), la fantasía mitológica Señores del Olimpo (premio Minotauro 2006 y Européen Utopiales 2008), la ucronía Alejandro Magno y las águilas de Roma (premio Celsius 232 de la Semana Negra), la novela histórica Salamina y el ensayo La gran aventura de los griegos, publicado con gran éxito en esta editorial.
Opinión Personal
Como podéis ver, en esta ocasión he incluido una descripción completa del libro antes de comentar nada. Y es que esta es una novela diferente. Puede que haya otras similares, pero yo no las he leído. Me acerqué a Roma Invicta por varios motivos: me encanta la forma de escribir de Javier Negrete, me gusta mucho -ahora más- la historia y desde hace un tiempo Roma y, para qué nos vamos a engañar, porque pillé una oferta de venta del libro en formato electrónico que hizo que me costara menos de dos euros. Dicho lo cual, puedo decir que fue una de las mejores compras literarias de mi vida.
Roma Invicta, como su propio nombre indica, habla de Roma, de la República en concreto. Por supuesto, también nos habla de los personajes que protagonizaron estos siglos de historia: Cesar, Sila, Mario, Marco Antonio, Escipión, Viriato, Espartaco, Yugurta… y una larga lista tan interesante como los nombres que ya he mencionado. Se trata de una novela divulgativa, pero es tan o más adictiva que una novela histórica o fantástica. He aprendido muchísimo de historia, pero he aprendido más de motivaciones humanas, de porqué pasó lo que pasó y de lo que había detrás de las tramas que todos, más o menos, conocemos. He vuelto a constatar, una vez más, que la realidad supera ampliamente la ficción y que conocer nuestra historia es muy interesante.
Por supuesto, la escritura fluida de Negrete ha hecho que sus seiscientas y pico páginas se me hayan hecho cortas, así como sus ejemplos actuales y su facilidad para acercar los hechos más complicados con un lenguaje fácil de entender. La saga de Tramórea me encantó, pero tengo que decir, muy a mi pesar, que Roma Invicta me gusta aún más. Sé que no podemos comparar una cosa con la otra, pero esta es la sensación que me queda al ponerme con la reseña. Ahora solo me queda comprar el primero, Roma Victoriosa, y volver a empaparme de Historia de la buena.
No digo más, que lo mejor es leerlo. Bueno sí, una cosa. Es una pena que los libros electrónicos estén tan caros. Creo que el siguiente lo compraré en papel.
Nota: Matrícula de Honor.
P.D. Lo que habría dado yo por tener un profesor como debe de ser Javier Negrete.