Parece evidente que el sector editorial está cambiando. Tal vez no lo haga desde arriba, pero son cada vez más las editoriales pequeñas las que apuestan por editar de forma diferente. No les queda otra, el formato digital se ha convertido en un caballo de batalla poderoso, donde escritores independientes se montan para dar a conocer su trabajo.
Importa poco si esos autores son buenos o malos, si los productos tienen más o menos calidad, pues si el material es bueno, ese escritor seguirá vendiendo todo lo que haga, y si es malo estará la mar de contecto de tener su material disponible para todo el mundo. Si uno compra un libro a 0,89€ y no le gusta nada, no se sentirá estafado ni engañado, pues apenas supone gasto, y pasará a otra cosa que le gustará más.
Hecho la vista atrás, y me doy cuenta de que este año 2012 me ha traído lecturas en formato digital. Los actuales precios de los e-books y de sus aparatos de lectura, de repente hacen que este formato electrónico sea muy atractivo. Ya os digo que, aproximadamente el 80% del material que he leído en 2012 es digital, y seguramente se incremente en este años 2013. Muchos autores nos hemos dado cuenta de que tenemos salida a través de este nuevo mercado, pero es que muchas editoriales que no trabajaban así, parece que empiezan a darse cuenta.
Mi editorial (Edimater) es una de ellas. Apostó por el formato digital hace algunos años y pagó la novatada. Pero ahora, a través de Amazon principalmente, intenta resarcirse de la «convidá» y ha decidido bajar los precios al máximo, incluyendo promociones especiales que dejan, por ejemplo, La Elegida de los Dioses (de un servidor) a 0,89€ cuando en formato papel su precio es de 10€. Con estos precios (el resto de e-books de la editorial están a 2,68€) a uno si le apetece comprar estos productos. Será cuestión de tiempo que el resto de editoriales «grandes» empiecen a tomar ejemplo porque, por mucho que quieran retrasar el avance tecnológico, les va a resultar imposible.
En fin, solo son reflexiones de un escritor, pero creo que van en la buena dirección. Disfruto como el que más leyendo un libro en papel. Tengo mi biblioteca personal atestada de estos libros, pero creo que el digital tiene tantas o más virtudes que el analógico, y con el tiempo no le veremos ni una pega. Si añadimos títulos como Allwënn, Soul&Sword, pensado en exclusividad para este formato (seguro que muchos otros seguirán este camino), creo que sobran más argumentos y discusiones.